domingo, 4 de noviembre de 2012

Te sigo buscando



Aquél luminoso amanecer prometía un cálido día. Estaba ya mediado el mes de septiembre y el murmullo del mar acompañaba el canto del mirlo. Soplaba una ligera brisa

A medida que descendía por la duna, el sonido de las olas se reforzaba y se alejaba el canto matinal del mirlo, volvería a reencontrarlo al atardecer, cuando de nuevo atravesara el bosque. En su lugar las gaviotas, llenaban el espacio con sus gritos

Los ágiles correlimos, buscaban su comida tras la retirada de la ola. Sus frágiles patas y su afilado pico, les daban una imagen casi mágica, cuando correteaban entre la neblina. Las gaviotas perseguían a los barcos de pesca

Minúsculas gotas de agua se adherían a mi piel mientras seguía el camino que marcaban unas fugaces huellas, que en parte habían sido borradas por el devenir de las olas

Débilmente perfilada pude intuirla, caminaba despacio y poco a poco su imagen aparecía más nítida. Su pelo corto, dejaba al descubierto el brillo de sus hombros y su silueta se recortaba entre la neblina

Seguí acercándome. El ritmo de su cintura y de sus redondeadas caderas inspiraban una paz casi mística

Durante un tiempo mantuve la distancia, dejando que mi mente volara libre entre las dunas de su cuerpo. Mientras caminaba, soñaba. El sol comenzaba  a calentar y junto a la humedad despertaba en mi piel agradables sensaciones.Ya casi podía sentir  el aroma de su cuerpo

Sobre su espalda algunos granos de fina arena, potenciaban el moreno de su piel, parecían esperar que mis caricias los retiraran.

Caminaba como ignorante de mi presencia, pero estaba seguro de que percibía mis latidos y a través de ellos leía mi alma

Se desvió de su camino y poco a poco fue fundiéndose con el mar. Las primeras olas retiraron algunos granos de arena de su piel. Cuando se sumergió, todos  desaparecieron. Ahora, sobre su piel, deslizaban pequeñas gotas de agua, que brillaban como diminutas estrellas. Eran, si cabe, más tentadoras que los granos de arena, pero también más efímeras. Lentamente regresaban al mar

Descubrí su tierna sonrisa y sus ojos profundos. Sobre su cuerpo, el paso del tiempo había dejado ligeras huellas.Entré en el agua siguiendo sus pasos y el calor de su cuerpo se adueñó de mí. Su piel parecía fundirse con la mía. 

La cálida arena, relajo nuestros cuerpos. El tiempo, pareció detenerse. El Sol, brillaba en lo alto. Nuestras manos, se entrelazaron. Cuando desperté, unas huellas que se alejaban, marcaban su ausencia





sábado, 11 de febrero de 2012

Hermosa nieve




Veo la nieve desde mi ventana, Hacía más de un año que no la había podido ver, tocar, sentir

Mis pasos quedan marcados, abrazados a su belleza

Permanecerán así mientras dure su efímera presencia. Íntimamente unidos, como en un beso eterno. Seguirá llegando a mi alma y poco a poco me cubrirá, me incorporaré a su esencia y renunciaré a la mía.

Han desaparecido casi por completo esos pasos de mi alma sobre su alfombra. Nuevos copos han reafirmado nuestro amor. Pero sé que estoy, sé que sigo siendo.

Dentro de ella, mi felicidad es sublime. Se ha borrado mi alma, pero también la suya. Ahora somos una única y maravillosa realidad que palpita al ritmo lento de lo que creemos eterno, de lo que deseamos que lo sea

Es hermoso tener algo de lo que no eres dueño, pero que se adueña de ti. Disfrutar de lo que sabes puede acabar, pero no ahora. 


Tal vez cuando salga otro Sol, pero quizás tampoco entonces.

Qué importa, si la felicidad es inmensa, solo por estar así, dejándome envolver por tu cálido abrazo. Una nueva vida. Tal vez efímera, tal vez eterna

Deseo tenerte para siempre. Conservar tu alma. Disfrutar de tu presencia. No puedo evitar mis impulsos. Sé que llegará el fin, acabará el sueño. Debo intentar ….

Suavemente tomo una pequeña parte de ti. Mis manos la rodean amorosas. Cierro mis ojos grabando en mi mente todas las sensaciones que me has transmitido, ese permanente estado de orgasmo, esa felicidad inmensa. Ese …

Escapas de mis manos como lágrimas entre mis dedos. Aquella cálida sensación se convierte en frío. La luz en oscuridad. Lentamente se rompe el encanto. Vuelvo a la realidad

Tal vez mañana, u otro día, otro año, vuelva a envolverme ese blanco lienzo, esa nieve que es vida. Pueda descubrir nuevos detalles, nuevas formas, bellezas semiescondidas

Cada día nervioso y anhelante me dirijo a la ventana. Tardo nos segundos en abrir mis ojos. Llega la decepción. Hoy tampoco has venido. Miro al cielo. Brilla con ese azul que te favorece, que resalta tu blanca belleza, que te hace aún más deseada

Quedan algunos vestigios de tu última visita, Los contemplo mientras el frío me atenaza; solo me queda pensar que te he tenido, que me has rodeado, abrazado, amado. Cierro los ojos recordando como te deslizabas de mis manos y mientras un cálido canto se deslizaba por mi cuerpo

Te has ido pero volverás. Lo has grabado en mi piel, lo has depositado en mi alma. Yo te esperaré, aún nos queda mucho invierno


Seguiré esperándote al amanecer