lunes, 25 de noviembre de 2013

Melendi: en la frontera (primera parte)

Si, habéis leído bien. Habéis leído "Melendi" pero lo habéis interpretado mal. No se trata de Ramón sino de Fabian

Fabian, es un tipo alto y bien plantado. Es un asturiano que un día sintió la llamada de Dios y decidió dedicar su vida a esos menesteres. Entró en la Compañía de Jesús convencido de que podría dedicar su vida a los"sin nada", a los "esclavizados", "a los ...

Quería ayudar a mejorar el mundo pero, como es habitual, fue encontrando escollos a lo largo de su camino que le hicieron ver que con "obediencia" (la que le reclamaban) nunca podría hacer realidad su sueño. Un sueño tan sencillo como morir por que surgiera la vida

Siguiendo los pasos  de otros jesuitas como Vicente Ferrer y muchos otros otros religiosos, abandonó la compañía

Roto por dentro, roto por fuera; sin recursos; sin saber por dónde empezar, el "destino" le llevó a la dirección esperada: América Latina. 
Barrio de la "pobreza"              
Bloque del "sufrimiento" 
Número "esclavitud" 
Planta "más abajo de la planta baja"
País la mal llamada América latina

Esta dirección está en muchos lugares. Para Fabian y en este momento está en la frontera entre la República Dominicana y Haiti.
 


"Estoy en Santo Domingo, y mañana salgo hacia la frontera con Haití. El pueblo de referencia es Elías Piña, y la zona se llama El Valle (aunque es monte...jejeje).

No tengo casi ningún dato... pero sé que en la zona no tendré internet y que dos veces por semana podré bajar a Elías para estar en la "civilización". Allí a veces hay internet.

Palpo el latido de Dios aquí en la República Dominicana. Lo que uno  acostumbra a ver en las típicas revistas de las ONGs, de las Misiones, en los reportajes de TV,  aquí se vive. Son escenas duras pero mires donde mires las encuentras... 

También impresiona ver y tocar y las "Piedras del Descubrimiento". la fortaleza de Santiago, la casa de Colón, la muralla... 

Contemplar el Caribe, al atardecer, rodeado de palmeras,... evoca todas las imágenes, ya míticas, que tenemos en la cabeza ...

Caminar por las calles con ese característico calor húmedo y cálido, incluso cuando llueve...  resulta, como poco, curioso.

Las relaciones sociales, son impactantes: Tener dinero aquí es difícil y raro... y quien lo tiene es muy celoso de lo suyo. La esclavitud sigue existiendo..Los haitianos, venidos en busca de "algo" son tratados como seres inferiores... es realmente impresionante.  

Las mujeres, muchas realmente preciosas, miran al "blanco" con una mezcla de admiración y deseo. Me pregunto el ¿porqué? de esa mirada. El simple argumento de que representamos "dinero", cae ante la evidencia. No es válido. No para la inmensa mayoría de dominicanas
 
Tal vez la razón estriba en que estas mujeres están acostumbradas a que quien les inicia en la vida sexual, hacia los trece años, sea su padrastro, y habitualmente bebido. Tal vez por eso, el tener sexo con un blanco europeo, para ellas, es un honor... Nos consideran como seres superiores que además no las fuerza y las trata con delicadeza... 

Una vez mas lo de las "pelis"... pero real...


La gente lleva el ritmo en la sangre... 

En este momento, mientras escribo, tengo delante de mí a una chica (madre soltera -- como casi toda sen estos lares-- con tres hijos y sin ingresos estables ni suficientes. Muy probablemente sea haitiana. Es la chica que limpia en casa de los amigos que me están acogiendo en Santo Domingo. Viene dos veces por semana a la casa, y así tiene ocupación y algo de ingresos (traducible todo ello por dignidad).

El equilibrio entre ayudar a una persona aquí y humillarla es muy difícil... podemos establecer como límite "herir su "dignidad" de pobre"... Resulta demasiado fuerte... 

Volviendo al momento, En la radio, suena su música, música de aquí, y la canta con pasión. Se mueve con su ritmo. ... Tiene una sonrisa preciosa... luminosa y dulce... 

Las tres noches que llevo aquí me he acostado con la música de fondo de la bachata y el merengue que desde el "bar" de la esquina resuena a todo volumen... 
Son las 12 de la noche...


Tengo en mis manos la historia de un tal Christopher Hartley Sartorius, titulado "En el púlpito de la miseria", Acaba de salir publicado, y está en la casa de mis amigos porque lo ha escrito su amiga Joana Socías

Trata de un hombre ....."

Pero esta es otra historia

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