martes, 21 de septiembre de 2010

Anclado en el tiempo

Pasajes de San Juan. (Pasai Donibane)



Es una de las ciudades más estrechas del mundo, prácticamente una única y estrecha calle encajonada entre el mar y la montaña.

Se trata de un distrito de Pasajes. Los otros tres serían Pasajes de San Pedro, Pasajes Ancho y Trintxerpe

A la entrada, el único lugar espacioso, un amplio aparcamiento nos espera. Allí una chimenea, recuerda la Real Fábrica de Porcelanas

Pasear por sus calles, es volver en el tiempo. Tal vez también sea, avanzar en él
Ya no están los barcos de la Pysbe. Barcos que secuestraban durante meses en las frías aguas de Terranova a estos hombres. Marineros de nacimiento, marineros de profesión Casi todos volvieron pero.................Algunos no

Nos esperan cuatro arcos, dos de ellos, abiertos bajo las casas en el siglo XVIII, para poder recorrer este hermoso lugar

Bajo estos arcos, vagan mujeres de negro, viudas del mar. Arrastran su destino, se los robó la mar

Todo lo que conlleva el mar, su olor, la actividad pesquera y en su día Piratas y soldados, se respira en esta única calle

Bacalaos en salazón, secándose al sol, impregnaron sus piedras. Sigue estando allí, en el aire quedo un olor tenue

En los estrechos recovecos, se adivinan aquellos candiles de aceite de ballena 


A la entrada al pueblo, la parroquia de San Juan Bautista custodia en su interior los restos de una niña “Santa Faustinita”. Dos leyendas la secundan. En una se le identifica con la hija de un Rey Moro que fue degollada por su propio padre al convertirse al cristianismo. En la segunda, se trataría de un Noble Romano


La segunda construcción de carácter religioso, es la Ermita de Santa Ana, encajada en el monte y que sirve a los marinos como referencia para entrar en puerto.


Una tercera Iglesia es la Basílica del Santo Cristo de Bonanza que fue la primera parroquia del pueblo

 Sombras de recios marineros, curtidos en salitre, ocupan sus ancestrales lugares en los bancos corridos de las iglesias. 

Los hombres en la izquierda, las mujeres a la derecha

Hacia la mitad del recorrido, se
encuentra un humilladero, el humilladero de La Piedad, que conmemora la victoria en Roncesvalles contra los franceses. Hace unos años, los paseantes echaban monedas en su interior, monedas que los niños aprovechábamos. Esta, como tantas otras costumbres se han perdido

También a destacar, la casa que ocupó el escritor francés Victor Hugo. 

Dada la rivalidad entre Pasajes de San Juán y Pasajes de San Pedro, los sanjuandarras comentan que V.Hugo escribió los “miserables” mirando a Pasajes de S. Pedro.

Los sampedrotarras por su lado afirman que se instaló en San Juan para poder convivir con los protagonistas


Una barca, une ambos Pasajes


Buenos restaurantes se reparten a lo largo del pueblo Txulotxo, Casa Nicolasa, Casa Cámara...



Del arco de Bonanza, partió el pirata Lafayette hacia América.

En este arco, era costumbre que los turistas, mayoritariamente franceses, echaran monedas al agua para ver como los chavales las rescatábamos del fondo

Cerramos los ojos. Podemos contemplar en el recuerdo aquellos hermosos brillos irisados del pescado recién descargado en este muelle

Muchas más historias, curiosidades, cosas bonitas, buena comida, hermoso paisaje y sobre todo paz, mucha paz junto al mar

Mirando hacia la bocana, aparecen en la niebla aquellas traineras que a remo salían a la caza de la ballena






























4 comentarios:

hasieran2 dijo...

Excelente, amigo Jorge. No pierdas esa vena poética. Los versos son como surcos , sólo esperan humildes semillas..
Iñaki Jiménez
http://hasieran-kobazuloa.blogspot.com/

Jorge Cruz dijo...

gracias colega

M.J. dijo...

Tengo muy buen recuerdo de estas,

fotos,yo estuve contigo en estos

sitios tan bonitos y para mi muy,

importantes,descubri muchas cosas

de la vida.

Es precioso SAN JUAN.

Siempre que puedo voy.

M.J.

Jorge Cruz dijo...

Pues sí, muchos y muy buenos recuerdos
Qué jovenes éramos ¡¡¡¡¡¡
Gracias por todo
Un beso